En una sesión del pasado 12 de octubre, los delegados a las reuniones del Concilio
Anual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día recibieron y aprobaron un documento
que contiene pautas relacionadas con la música.

Bajo el título "Una filosofía adventista de la música",
La iglesia no ha tenido una declaración o pautas relacionadas con la música desde
comienzos de la década de 1970, explicó Ted. N.C. Wilson, uno de los vicepresidentes
generales de la iglesia mundial y miembro de la comisión de música. "Estoy seguro
que este documento tiene algunos puntos que podrían no ser agradables para todos"
dijo. La comisión apuntó a lograr un "enfoque muy balanceado de este tema basado
 en la escritura" y el consejo de Elena G. de White, una de las fundadoras de la iglesia
que escribió sobre el tema.

El Pastor Jan Paulsen, presidente mundial de la Iglesia Adventista, enfatizó la naturaleza
 del documento, destacando que el mismo no representa una norma oficial de la iglesia.

"Un documento como éste es presentado como una pauta, no como norma", dijo a los
delegados. "Las pautas son un punto de referencia. Están allí para ayudarnos. Es un material
al que podemos recurrir, consultar, es instructivo. Espero que -y haré recomendaciones
específicas  para que cualquier pauta acerca de la música que adopte nuestra iglesia
no llegue a ser un instrumento de medición de la espiritualidad. Es destructivo para
nuestra comunidad que adoptemos una postura tal".


El documento:

Siendo que Dios hizo al ser humano a su imagen, compartimos ese amor y aprecio
por la música con todos sus seres creados
Dios ha entretejido la música en la tela misma de su creación. Cuando creó todas las
cosas "todas las estrellas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios"
(Job 38:7)
El libro de Apocalipsis describe el cielo como un lugar de alabanza constante, con
cantos de adoración a Dios y al Cordero procedentes de todos. –Ap. 4:9-11; 5:9-13;
7: 10-12; 12: 10-12; 14: 1-3; 15: 2-4; 19: 1-8.
Siendo que Dios hizo al ser humano a su imagen, compartimos ese amor y aprecio
por la música con todos sus seres creados. De hecho, la música puede impresionarnos
y motivarnos con un poder más grande que el de las palabras o la mayoría de otros tipos
de comunicación

En su más pura y mejor manifestación, la música eleva nuestro ser a la presencia
misma de Dios, donde los ángeles y seres no caídos lo adoran en canto.

Pero el pecado ha arrojado una mancha sobre la creación. La imagen divina
se ha desfigurado y casi desvanecido. En todos los aspectos, este mundo y
los dones de Dios llegan a nosotros en una mezcla de bien y de mal.
La música no es moral o espiritualmente neutral. Nos puede elevar hasta la más
exaltada experiencia humana, o puede ser usada por el príncipe del mal para
envilecernos y degradarnos, para despertar lujuria, bajas pasiones, desaliento,
ira y odio.

Elena G. White, la mensajera del SeZor, nos amonesta continuamente a levantar
la mirada a través de la música. Nos dice: "Cuando no se abusa de la música, ésta
es una gran bendición; pero mal empleada, es una terrible maldición"3 "Debidamente
 empleada, es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos a temas
más nobles, a inspirar y elevar el alma"

Sobre el poder del canto, dice lo siguiente: "Es uno de los medios más eficaces
para grabar en el corazón la verdad espiritual. Cuán a menudo recuerda la memoria
al alma oprimida y pronta a desesperar, alguna palabra de Dios, tema olvidado de
algún canto de la infancia, y las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo
significado y nuevo propósito, y se imparte valor y alegría a otras almas…Como parte
del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad,
más de un canto es una oración"…Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito,
inundado con la gloria de Dios, podremos entender los temas de alabanza y acción
de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de
los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones serán acercados más a los
cantores celestiales. La comunión con el cielo empieza en la tierra. Aquí aprendemos
la clave de su alabanza"

Como adventistas del séptimo día, creemos y predicamos que Jesús viene muy pronto.
En nuestra proclamación por todo el mundo de los mensajes de los tres ángeles de
Apocalipsis 14: 6-12, invitamos a todas las personas a aceptar el evangelio eterno,
a adorar a Dios el Creador y a prepararse para encontrarse con nuestro SeZor que
viene muy pronto. Desafiamos a todos a elegir lo bueno y no lo malo, y a que "renunciando
a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo, templada, y justa y píamente.
Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación del gran Dios y
Salvador nuestro Jesucristo" (Tito 2:12, 13).

Creemos que el evangelio tiene un impacto sobre todas las áreas de la vida. Por lo tanto,
sostenemos que dado el vasto potencial de la música para bien o para mal, no podemos
ser indiferentes a ella. Aunque reconocemos que los gustos musicales varían grandemente
de un individuo a otro, creemos que las Escrituras y los escritos de Elena G. White
sugieren principios que pueden guiar nuestras elecciones.

En este documento, la expresión "música sagrada" -llamada en ocasiones música
religiosa se refiere a música que tiene que ver con Dios y con los temas bíblicos y
 cristianos. En la mayoría de los casos es música compuesta para el servicio de adoración
, reuniones de evangelización o devociones privadas, la cual puede ser vocal o instrumental.
Sin embargo, no toda la música sagrada o religiosa puede ser aceptable para un adventista.
La música sagrada no debe evocar asociaciones seculares o ser una invitación para
conformarse a los patrones de conducta mundanos, de pensamiento o acción.


La "música secular" se compone para otras esferas diferentes al servicio de
adoración o la devoción privada. Habla de los temas comunes de la vida y de las
emociones humanas básicas. Procede de nuestro propio ser, expresando con ello
la expresión del espíritu humano hacia la vida, el amor y el mundo en que el SeZor
nos ha colocado. Puede ser moralmente elevadora o degradante. Aun cuando no
alabe directamente a Dios, puede ocupar un lugar legítimo en la vida del cristiano.
Al seleccionarla, deben seguirse los principios mencionados en este documento



Principios que deben guiar al cristiano
La música de la que gozan los cristianos debe ser regulada por los
siguientes principios:

1. Toda la música que el cristiano escucha, toca o compone, ya sea sagrada o
secular, debe glorificar a Dios: "Así, si coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Cor. 10:31). Este es el principio bíblico
que está por encima de todo. Cualquier cosa que no sea conforme a esta elevada
norma, debilitará nuestra experiencia con el Señor.

2. Toda la música que el cristiano escucha, interpreta o compone, ya sea sacra o
secular, debe ser la más noble y mejor: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que
es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8).
Como seguidores de Cristo que esperamos y anhelamos unirnos a los coros celestiales,
vemos la vida en esta tierra como preparación y anticipo de la vida eterna.
De estas dos bases -glorificar a Dios en todas las cosas y elegir lo más noble y mejor
dependen los otros principios mencionados en seguida para la selección de música
por parte de los cristianos.


3. Se caracteriza por su buena calidad, equilibrio, pertinencia y autenticidad. La música
fomenta nuestra sensibilidad espiritual, sicológica y social, además de nuestro crecimiento
intelectual.


4. Apela tanto al intelecto como a las emociones y ejerce un impacto positivo sobre el cuerpo.
Su efecto es total.

5. La música revela creatividad en lo que toma de melodías de buena calidad.
Si armoniza, usa las armonías en forma interesante y artística, y emplea ritmo que las
complementa.

6. La música vocal emplea una letra que estimula positivamente las habilidades
intelectuales, así como las emociones y nuestro poder de voluntad. Cuando la letra es
buena, es porque es creativa, rica en contenido y bien compuesta. Enfoca su atención
 en lo positivo y refleja valores morales; educa y eleva; y está de acuerdo con una
buena teología bíblica.

7. Los elementos musicales y líricos deben encuadrar armoniosamente para ejercer su
influencia sobre el pensamiento y la conducta, en armonía con los principios bíblicos.

8. Mantiene un balance juicioso entre los elementos espirituales, intelectuales y emocionales.

9. Debemos reconocer la contribución de diferentes culturas en la adoración de Dios.
Las formas musicales y los instrumentos pueden variar grandemente dentro de la gran
familia adventista; y la música procedente de alguna cultura puede sonarle extraZa a
alguien de una cultura diferente.

Producir música adventista significa elegir lo mejor y sobre todo, acercarse más al
Creador y SeZor y glorificarlo. Aceptemos el desafío de una visión musical alternativa
viable y, como parte de nuestro mensaje total y profético, hagamos una contribución
musical adventista única, como testificación ante el mundo de un pueblo que espera
la pronta venida de Jesús.

referencias:
1"[La música] es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad
espiritual" (La educación, p. 163).
2 El hogar adventista, p. 371. Dice también que en el futuro, "antes de la terminación
del tiempo de gracia…Habrá vocerío acompaZado de tambores, música y danza.
El juicio de algunos seres racionales será confundido de tal manera que no podrán
confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación
del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese
ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus
ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora,
ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo" (Mensajes selectos, t. 2, p. 41).
3 La educación, p. 163